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Cultivos

Cómo cultivar garbanzos

Por qué es interesante cultivarlos, clima y suelo favorable, cuidados que necesitan, cómo se recolectan
Publicado: (última modificación 31 Mar 2021) Por Foto del autor Sígueme

La planta conocida como garbanzo, y cuyo nombre científico es Cicer arietinum, pertenece a la familia de las Fabáceas, al igual que las alubias, los guisantes o las lentejas, entre otras.

Se trata de una planta anual, herbácea, que no suele superar los 50 cm de altura, y que tras florecer, produce unas vainas con dos semillas dentro cada una, algunas veces tres.

Garbanzos recolectados

Su origen parece situarse en las orillas del mar Mediterráneo, desde dónde se extendió al resto del mundo.

El cultivo del garbanzo es tan antiguo como la propia agricultura. Se encontraron evidencias (semillas) de esto en el Creciente Fértil ―Oriente Medio― en yacimientos que databan de unos 11.000 años atrás, justo en la época en la que se sabe que arranca la agricultura, es decir, el cultivo de las plantas, y con ello las primeras civilizaciones.


Motivos para cultivar garbanzos

✔ Se trata de un grano muy saludable, rico en proteínas vegetales de gran calidad, betaglucanos que ayudan a regular el colesterol, hidratos de carbono de absorción lenta y mucha fibra, entre otras cosas.

No requieren suelos muy fértiles y húmedos, tampoco demasiados cuidados.

✔ Es un planta muy productiva, ofreciendo hasta 160 gramos de garbanzos por cada metro cuadrado de cultivo, o lo que es lo mismo, 1600 kg por hectárea.

✔ Aunque no tanto como otras leguminosas, el garbanzo fija nitrógeno en el suelo, dejándolo más fértil de lo que lo encontró. Esto es gracias a la simbiosis con bacterias del género Rhizobium.


Clima apropiado

El garbanzo está adaptado al clima seco y soleado de la zona mediterránea, por lo que son esas las condiciones que más le convienen.

Dicho esto, necesita de suficiente agua especialmente al inicio del cultivo. Si sufre de sequía en esta etapa, la cosecha será de peor calidad.


Suelo favorable

Prefiere un suelo de textura franca, con buen drenaje y muy mullido, es decir, sin tendencia a compactarse, profundo y bien aireado.

En cuanto al pH, lo prefiere de ligeramente ácido a neutro o ligeramente alcalino. Valores de pH entre 6 y 9 le son propicios.

Las raíces del garbanzo profundizan bastante en el terreno, por lo que si el suelo tiene humedad en profundidad, soportan bien la sequía.

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Cuidados del garbanzo

Muy pocos en comparación con el tomate, por ejemplo, ya que se trata de una planta que apenas presenta problemas sanitarios y que no es necesario entutorar, podar, etc.


Abonado

Aunque se puede cultivar en suelos sin abonar, la planta necesita bastante potasio para dar buenas cosechas. El nitrógeno es importante al inicio del cultivo, mientras cuando las bacterias fijadoras son más bien un parásito para el garbanzo.

Por otro lado, suelos ricos en materia orgánica son preferibles por su mejores propiedades, por lo que aportar abonos orgánicos maduros resulta muy interesante.


Escarda

Esta labor es fundamental y común a casi todos los cultivos. Consiste en retirar las malas hierbas del suelo mediante el laboreo superficial de la tierra.

Es importante eliminar las adventicias (malas hierbas) especialmente al inicio, cuando las plantas de garbanzo son jóvenes y se desarrollan más lentamente.

En los cultivos comerciales de garbanzo, al igual que en casi todos los demás, la escarda mecánica ha sido sustituida por los herbicidas, pero en pequeño huerto familiar son totalmente innecesarios.


Aporcado

Consiste en arrimar la tierra al tallo de la planta para afianzarlo y resista mejor erguido, sobre todo si en la zona suele soplar el viento.

Se puede realizar escarda y aporcado al mismo tiempo, pero solo cuando las plantas han alcanzado ya un buen tamaño, de manera que no queden enterradas.


Riego

Si el suelo tiene humedad no es necesario ningún riego, o como mucho si hay sequía al inicio del cultivo, cuando las raíces de las plantas apenas han profundizado.

En lugares donde se dan lluvias abundantes, conviene sembrar los garbanzos en caballones o camas elevadas para evitar que los encharcamientos le afecten. Es muy sensible a la asfixia radicular.


Recolección

Se lleva a cabo cuando las hojas amarillean y las vainas se secan. Si se espera demasiado, las vainas se abren y los garbanzos se caen al suelo, lo cuál no es deseable.

La manera de cosecharlos consiste en arrancar las plantas, sacudirles la tierra y llevársela a otro lugar para trillarlas. Es mejor recogerlas por la mañana, cuando las vainas algo húmedas no se abrirán tan fácilmente.

Luego se pueden dejar al sol sobre un suelo limpio, por ejemplo de cemento, para que las vainas terminen de secarse. Más tarde se trillan para forzar que los granos salgan de las vainas por acción mecánica, ya sea a palos, pisándolas, etc.

Por último se ventean para separar el grano de las impurezas más ligeras que se llevará el viento.

Autor José A. Amigo

Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.