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Cultivos

Cómo cultivar amaranto: guía paso a paso

Elección de las semillas, preparación del suelo, siembra, riego, fertilización y otros cuidados, recolección y usos culinarios
Publicado: (última modificación 12 Jul 2023) Por Foto del autor Sígueme - ♻ Apoya mi causa

El amaranto (Amaranthus lividus), también conocido como Kiwicha en algunos lugares, es una planta de la familia de las quenopodiáceas, utilizada desde hace milenios en algunas culturas, pero que ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus increíbles beneficios nutricionales.

Planta amaranto

Además de ser una importante fuente de proteínas de alto valor biológico y minerales, el amaranto es fácil de cultivar y puede adaptarse a diferentes condiciones climáticas, lo que lo convierte en una alternativa a los tradicionales cereales o el arroz.

Por otro lado, aunque todas las variedades son bastante llamativas, existen algunas especialmente indicadas para jardinería, es decir, para decorar espacios como patios o jardines.

En esta guía completa, se explicarán todos los pasos y consejos necesarios para cultivar amaranto de principio a fin.

Elección de las semillas

Elegir correctamente las semillas de amaranto es un paso crucial para asegurar una buena cosecha. Se pueden adquirir semillas en tiendas especializadas de jardinería, online o incluso recolectarlas de plantas de amaranto maduras. Hay que asegurarse de seleccionar semillas sanas y de calidad para obtener los mejores resultados.

Como ya se ha dicho más arriba, algunas variedades de amaranto son más apropiadas como plantas ornamentales, mientras que otras son mejores para cosechar los granos.

Preparación del suelo

El amaranto se adapta bien a diferentes tipos de suelo, pero prefiere aquellos que sean ricos en materia orgánica y bien drenados.

Antes de sembrar, hay que asegurarse de preparar bien el suelo, eliminando las malas hierbas y aflojándolo con una horca o un garabato. En caso de que sea necesario, se puede enriquecer el suelo con compost o estiércol bien descompuesto para mejorar su fertilidad.

Siembra de las semillas

El amaranto se puede sembrar directamente en el suelo, o hacerlo primero en macetas, para luego trasplantar las plantas al suelo.

Si se opta por sembrar directamente en el suelo, hay que hacer unos pequeños surcos de aproximadamente 1 cm de profundidad, y colocar las semillas espaciadas entre sí, dejando al menos 15 cm de distancia entre ellas. Finalmente, se cubren las semillas con una fina capa de tierra y se riega suavemente, sin encharcar la tierra.

Riego

Esta planta necesita un riego regular para un buen crecimiento. Conviene mantener el suelo húmedo en todo momento, pero evitar el exceso de agua que pueda provocar la pudrición de las raíces.

Durante los períodos secos, regar profundamente una vez por semana.

Fertilización

El amaranto es una planta que responde bien a la fertilización. Se puede aplicar fertilizante orgánico, como compost o estiércol descompuesto, alrededor de las plantas cada 4-6 semanas. Esto ayudará a mantener el suelo enriquecido y promover un crecimiento saludable.

Protección contra plagas y enfermedades

Aunque el amaranto es relativamente resistente a las plagas y enfermedades, es importante estar atento a posibles problemas.

Controlar regularmente las plantas en busca de signos de daños o enfermedades y tomar medidas rápidas si es necesario. Se recomienda utilizar métodos naturales de control de plagas, como el uso de insecticidas a base de neem.

Otros cuidados

Además de los anteriores, uno de los cuidados más importantes a la hora de cultivar cualquier planta en el suelo, es la pronta eliminación de toda competencia, es decir, retirar las malas hierbas que compitan con el amaranto por agua, nutrientes y espacio.

Cosecha

El amaranto está listo para la cosecha cuando las flores comienzan a secarse. En ese momento, las pequeñas semillas ya estarán completamente formadas.

Se pueden recolectar cortando las flores y colgándolas boca abajo en un lugar fresco y seco. Una vez secas, se sacuden suavemente las cabezas de las flores para liberar las semillas. Esto debe hacerse sobre una bandeja para evitar que caigan al suelo, y seguidamente se guardan recipiente hermético, en un lugar fresco y oscuro hasta que estén listas para su consumo o siembra.

Uso culinario

Las semillas de amaranto se pueden utilizar de diversas formas en la cocina. Pueden ser cocidas como el arroz, añadidas a sopas o ensaladas, o incluso molidas para hacer harina.

Y hasta aquí esta guía de cultivo del amaranto para principiantes. Cultivar esta planta es una experiencia gratificante, pero además se puede obtener una fuente nutritiva de alimento de calidad y sin pesticidas. ¿No es motivo suficiente para comenzar ya?


Autor José A. Amigo

Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.