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Rosal

Abonos caseros para rosales

Qué nutrientes necesita el rosal para estar espléndido, cómo y cuándo aportárselos con estos 5 abonos caseros muy fáciles de preparar
Publicado: (última modificación 14 Nov 2023) Por Foto del autor Sígueme - ♻ Apoya mi causa

Los rosales suelen ser el toque distintivo a cualquier jardín. Sin embargo, para garantizar su máximo esplendor, es crucial suministrarles los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas y en el momento oportuno.

Rosal rosas amarillas

Aunque hay numerosos fertilizantes comerciales disponibles, los abonos caseros no solo son efectivos sino también sostenibles y baratos.

A lo largo de este artículo, se hablará de los nutrientes esenciales para los rosales, de cómo preparar abonos caseros y de cómo aplicarlos.

Nutrientes importantes para los rosales

Los rosales demandan varios nutrientes esenciales para prosperar y florecer de manera saludable. Al igual que casi todas las plantas, los tres principales son el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K), cada uno desempeñando un papel vital en el desarrollo de la planta, como se verá a continuación:

Nitrógeno (N): Esencial para el crecimiento de hojas y nuevos tallos, el nitrógeno fomenta una vegetación exuberante y vitalidad en la planta.

Fósforo (P): Fundamental para el desarrollo de raíces fuertes y grandes flores, especialmente durante las etapas iniciales de crecimiento y la floración.

Potasio (K): Contribuye a la resistencia contra enfermedades, mejora la formación de flores, y fortalece la planta ante condiciones adversas, como la falta de agua.

Además de estos macronutrientes, los rosales también requieren micronutrientes como el hierro (Fe), el magnesio (Mg) y el zinc (Zn), entre otros, que desempeñan funciones cruciales en diversos procesos metabólicos de la planta.

Fertilizantes caseros adecuados para los rosales

Té de cáscaras de plátano: Las cáscaras de plátano son una excelente fuente de potasio y otros nutrientes. Se puede preparar un abono simple sumergiendo cáscaras de plátano en agua durante unos días. El líquido resultante se puede diluir y aplicar alrededor de la base de los rosales.

Purín de ortigas: Las ortigas, ricas en nitrógeno, son ideales para fomentar un crecimiento vigoroso. Al igual que el anterior, se prepara sumergiendo hojas frescas de ortiga en agua durante aproximadamente una semana, removiendo la mezcla diariamente. Para aplicarlo, se diluye con agua y se riega directamente los rosales.

Cáscaras de huevo, conchas y huesos: Proporcionan calcio, esencial para la formación de paredes celulares y el desarrollo de raíces. Para hacer abono a partir de ellos, hay que triturarlos y mezclar el polvo con el sustrato al plantar los rosales o agregarlo directamente alrededor de la base de la planta.

Compost orgánico: El compost es una fuente rica y equilibrada de nutrientes. Preparado a partir de restos de cocina, recortes de césped y hojas, el compost no solo nutre los rosales sino que también mejora la estructura del suelo. Se puede aplicar alrededor de la base de las plantas en primavera y otoño, o en el momento de la plantación.

Posos de café: Los posos o borra de café son ricos nitrógeno, además de aportar pequeñas cantidades de otros nutrientes. Se puede esparcir directamente los posos de café alrededor de la base de los rosales, evitando acumulaciones excesivas que podrían afectar el equilibrio del suelo.

Cuándo aplicar estos abonos

Al comienzo de la primavera aplicar abonos ricos en nitrógeno para estimular el crecimiento.

En verano utilizar abonos con potasio, como el té de cáscaras de plátano, para favorecer la floración y para aumentar la resistencia a la sequía.

Y para terminar el ciclo, en otoño, reforzar las raíces con abonos que contengan fósforo, como las cáscaras de huevo, polvo de conchas o de huesos.

Cómo añadir los abonos a los rosales

En el riego: Se diluyen los abonos líquidos en agua y se riega con el líquido alrededor de la base de los rosales. Se puede hacer en cada riego, pero entonces habrá que añadir una pequeña cantidad de abono porque se podría perjudicar a la planta.

En la superficie del suelo: Los abonos sólidos, como cáscaras de huevo trituradas, los posos de café y el compost, se pueden añadir directamente sobre la superficie del suelo. Al regar irán llegando a las raíces del rosal poco a poco.

En aplicación foliar: Por último, los abonos líquidos, como el té de plátano o el purín de ortigas, se pueden aplicar pulverizados sobre las hojas de los rosales. Para ello hay que diluirlos mucho, al menos en proporción 1/20. Esta es la forma en la que más rápido absorbe el rosal los nutrientes, y además, en el caso del purín de ortiga, puede actuar como repelente de plagas, por su desagradable olor.

Autor José A. Amigo

Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.