Cómo plantar o trasplantar la rúcula

En la tierra

Cuando se dispone de un pequeño huerto o incluso un rincón del jardín bien abonado y que reciba bastante luz, es ideal plantar la rúcula directamente en el suelo, en la tierra.

En el suelo podrá crecer mejor y más rápido, y necesitará menos cuidados, especialmente en cuanto a riego, pero no siempre puede hacerse en cualquier momento del año.

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Cuándo trasplantar

Primero de todo, cuando cesen las heladas si es que las hay en el lugar. En caso de que se tengan que plantar antes y estén es riesgo, se pueden proteger del frío con garrafas PET, o bien colocar unos arcos sobre ellas y taparlas con una malla antiheladas.

En segundo lugar, deben trasplantarse al terreno cuando las plantas han desarrollado lo suficiente como para soportar el proceso. Normalmente cuando sus hojas alcanzan los 10 cm de largo, la planta suele estar preparada.

Hasta mediados de primavera y después del verano son buenos momentos, huyendo de las heladas y también de las temperaturas elevadas que provocan una rápida subida a flor de la rúcula.

Marco de plantación

Depende de si se van a cosechar cuando las plantas aún son jóvenes o si por el contrario se deja que desarrollen por completo.

En el primer caso, se puede plantar hasta a unos 5 cm de separación entre una y otra, pero si se puede dejar 10 cm mucho mejor.

Sin embargo, cuando se desea que la rúcula alcance su máximo tamaño, hay que dejar entre 15 y 20 cm entre planta y planta.

En maceta

Si no se dispone de un trozo de tierra o bien se prefiere de todas formas cultivarla en maceta, es posible hacerlo con buenos resultados.

Hay que utilizar una maceta de al menos 2 litros de volumen y aproximadamente igual de alta que de ancha.

Una planta por maceta si se desea que se desarrolle completamente, o una cada 5 cm si se va a consumir como baby.

Época adecuada

Si la maceta va a colocarse a la intemperie, hay que tener en cuenta lo mismo que se dijo más arriba, es decir, se trasplantará en primavera cuando cesen las heladas, o a finales del verano y comienzos del otoño.

En cambio, cuando la maceta se va a mantener en un ambiente protegido, se puede plantar la rúcula en cualquier época del año.

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Procedimiento de trasplante

Existen dos opciones según las jóvenes plantas de rúcula fueran sembradas en un semillero colectivo o en un individual.

A raíz desnuda o con cepellón

Cuando la rúcula se sembró de forma homogénea en la tierra o en un semillero sin alvéolos individuales, las plantas tienen que extraerse a raíz desnuda. La tierra se desprende de la raíz al extraer la planta.

En este caso, conviene ir sacando las plantas a medida que se van trasplantando, para evitar que estén mucho tiempo con la raíz desnuda.

Este trasplante debe hacerse cuando las hojas de la planta tienen al menos 10 cm de largo, y en ausencia de sol. Un día nublado o uno soleado por la tarde.

En cambio, si la rúcula se sembró en un semillero de alvéolos o se compró en un vivero, tendrá cepellón, es decir, un bloque de tierra que recubre las raíces. Al estar protegidas y siempre húmedas, se puede hacer el trasplante a cualquier hora del día o incluso dejar las plantas sin trasplantar hasta el día siguiente.

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➊ Extraer una planta

Ayudándose de un palo, bolígrafo, cuchillo o un objeto puntiagudo cualquiera, se clava en la tierra o sustrato del semillero, al lado de la planta que se va a extraer pero algo separado para no dañar su raíz.

Seguidamente se inclina el palo para empujar la tierra hacia arriba y soltarla. Esto permitirá que la raíz salga sin romperse al tirar levemente de la planta, mientras que con el palo se sigue aflojando la tierra.

➋ Cavar hoyo y plantar

Una vez que se tiene la planta de rúcula en la mano, se hace un agujero en la tierra de una profundidad similar a la longitud de la raíz.

Una buena forma de hacerlo es clavar una pequeña azada o pala de una mano en la tierra. Luego se tira levemente de ella con una mano, mientras que con la otra mano se deposita la raíz de la planta justo en el hueco que queda entre la hoja de la azada y la tierra. Una vez introducida la raíz en el agujero, se levanta la azada para que la tierra vuelva a su sitio, tapando perfectamente la raíz de la rúcula. Es la manera más rápida y a la vez sencilla.

Se termina colocando bien la planta y apretando la tierra a su alrededor con la mano o con la parte de atrás de la azada. Tienen que quedar las hojas completamente descubiertas, la raíz totalmente tapada, y un pequeño alcorque o depresión alrededor de la planta para que luego el agua de riego no se escape.

➌ Riego de asiento

Muy importante, especialmente si la rúcula se planta a raíz desnuda. Se trata del primer riego tras el trasplante, fundamental para que la tierra se asiente, expulse el exceso de aire y para que las raíces queden haciendo buen contacto con la tierra.

Se llena un par de veces el alcorque y con eso es suficiente.

Cuando la planta tenía cepellón este primer riego se puede suprimir si el suelo está suficientemente húmedo, pero de igual manera es mejor realizarlo.

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