Reproducción de eucalipto por esquejes
Al igual que la mayoría de árboles y arbustos, el eucalipto cuenta con la capacidad de emitir raíces a partir de un trozo de tallo (un esqueje) que sea adecuado y esté convenientemente estimulado para ello.
Dicho esto, no es posible lograr el enraizamiento en cualquier condición, siendo para ello muy importante considerar algunos aspectos de la planta y otros propios del ambiente en el que se realiza el proceso.
A continuación hablaremos de esos factores que hay que conocer o controlar, comenzando por uno de los más cruciales; la época del año.
Mejor época para hacerlo
Aunque en principio la época es un factor externo a la planta, lo cierto es que si el eucalipto madre o donante está en el exterior, el clima determinará que los esquejes estén en mejores o peores condiciones para ser recolectados con vistas a su rápido enraizamiento.
Esto significa que esquejes recogidos del mismo árbol pueden enraizar mejor o peor según la época. La cantidad de reservas y de hormonas (auxinas) que contienen los tallos, puede variar mucho en función de la época del año, así que conviene saber cuál es el momento ideal para cada planta concreta, ya que de un eucalipto a otro, incluso dentro de la misma especie, puede haber diferencias importantes.
Pero como no es fácil dar con la época exacta para cada planta, habrá que intentarlo en una más amplia, que abarca desde mediados de la primavera hasta mediados del verano.
Una buena idea puede ser realizar esquejes cada 15 días durante ese amplio periodo, y así seguro que alguno coincide en el momento óptimo.
Material vegetal apropiado
Como se ha dicho más arriba, los esquejes obtenidos de un eucalipto pueden emitir raíces con facilidad y, sin embargo, los provenientes de otro no tanto. Esto ocurre no solo entre distintas especies de eucalipto, sino también dentro de la misma especie.
Además de lo anterior, se sabe que los esquejes o estacas cortados cerca de la base del árbol madre, enraízar mejor que otros que se obtengan a mayor altura.
Otra condición importante para lograr una buena emisión de raíces, es que la estaca sea de madera semidura, es decir, joven pero no de consistencia herbácea sino que tiene que estar ya algo agostada o madura.
En cuanto a las medidas, enraizan mejor los esquejes de 10-12 cm de largo y 4-5 mm de diámetro.
A su vez, las estaquillas han de tener al menos un par de hojas cerca del extremo superior, ya que estas son fundamentales en el proceso de enraizamiento.
Condiciones del lugar de esquejado
Una vez que todos los requisitos anteriores se pueden cumplir, es momento de hablar acerca de qué condiciones ambientales necesitan los esquejes de eucalipto para enraizar más fácilmente.
Temperatura, humedad y luminosidad
Esto básicamente lo mismo que necesita cualquier esqueje, aunque es cierto que algunos de muy fácil enraizamiento, ni siquiera requieren de unas condiciones concretas.
En el caso concreto del eucalipto, es crucial la humedad ambiental, que tiene que ser cercana al 100% durante todo el proceso. Como un día de niebla pero extendido al menos a lo largo de un par de semanas.
En cuanto a la temperatura, algo menos de 20ºC es lo ideal, mientras que la luminosidad no es muy importante pero tiene que ser suficiente para que las hojas puedan trabajar. Un lugar con buena luz y sin sol directo puede funcionar bien.
Sustrato apropiado
Esto también es muy similar a lo que se recomendaría para cualquier esqueje, es decir, el sustrato en el que se plantará la estaquilla tiene que ser muy poroso, con poros grandes y otros pequeños; los grandes ocupados por aire y los pequeños por agua, ambas cosas muy importantes en el proceso de formación de nuevas raíces.
Además de una buena porosidad, tiene que estar libre de patógenos que pudieran infectar y acabar con la vida del esqueje.
Los dos requisitos anteriores los cumplen algunos materiales de uso común en jardinería y horticultura, normalmente mezclados en una proporción determinada. Eso materiales son la perlita, vermiculita, turba, fibra de coco, aserrín, arena, etc.
Las dos siguientes mezclas son sencillas y pueden funcionar muy bien:
● 50% de perlita + 50% de vermiculita
● 70% de arena + 30% de turba o fibra de coco
Procedimiento paso a paso
Consta solo de 4 pasos bastante sencillos de realizar, que realmente no son muy diferentes a los que se siguen en el caso del esquejado de cualquier otro árbol o arbusto.
1 Preparar el sustrato y el recipiente
Esto tiene poco que explicar, salvo que el recipiente ha de ser lo suficientemente alto, por ejemplo unos 15-20 cm, y el ancho no importa mucho, pero cuanto menor sea menos sustrato hará falta. Por supuesto tiene que tener unos buenos agujeros de drenaje en la base.
El sustrato hay que mezclarlo a conciencia y en seco, y luego humedecerlo ligeramente antes de llenar el recipiente con él.
2 Recoger y preparar las estaquillas
Hay que recogerlas como mucho una hora antes de ser plantadas y mejor aún si es menos tiempo.
Se pueden cortar más largas de lo necesario y luego acortarlas justo antes de plantar. El corte ha de ser recto y limpio, y realizado con una herramienta bien desinfectada.
Seguidamente, se cortan todas las hojas menos las dos superiores, y si estas son muy grandes, hay que cortarlas a su vez por la mitad.
Luego conviene desinfectar las estaquillas con una solución fungicida apropiada para plantas, con cuidado de que no salgan dañadas de ese proceso.
Por último, y aunque no es estrictamente necesario, se puede aplicar un poco de hormona de enraizamiento en la base del esqueje. Si es líquida, se espera a que la estaquilla se seque tras haberla mojado con fungicida, y luego se sumerge el extremo inferior en la solución que contiene la hormona. Si esta se presenta en polvo, se hace lo mismo pero con humedeciendo primero el extremo de la estaquilla, para que el polvo se adhiera mejor.
3 Plantar las estaquillas
Esto es quizás lo más sencillo de todo. Simplemente hay que clavar la base de la estaquilla en el centro del sustrato, asegurándose de que al menos unos 3 ó 4 cm de la misma quedan bajo tierra.
Se termina apretando un poco el sustrato para que haga buen contacto con el esqueje, y dando un ligero riego si la humedad de la tierra no es suficiente.
4 Proteger el esqueje
Ya para finalizar, solo queda tapar el esqueje con un plástico transparente que tenga algún pequeño agujero. Para ello se pueden instalar unos alambres con forma de arco en la maceta, de manera que al cubrirla el plástico no toque la planta.
Un pequeño invernadero es sin duda una opción muy interesante y cómoda. En cualquier caso, para mantener la humedad alta en su interior, habrá que pulverizar agua con frecuencia, con cuidado de no encharcar el sustrato.
Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.