Cómo trasplantar las caléndulas

El trasplante de las caléndulas será necesario siempre que no se hayan sembrado directamente en el terreno o maceta definitivos.

A continuación veremos en qué consiste, cuándo y cómo realizarlo, tanto si va a hacer en una maceta como en el suelo.

¿Cuándo trasplantar?

No hay una fecha concreta. Depende de cuándo se hizo la siembra y de cómo de rápido se desarrollaron las jóvenes plantas.

Siempre que se vaya a mantener la planta en el exterior, habrá que esperar a que pasen las heladas, al menos las intensas.

Una regla general que se puede utilizar casi siempre es la siguiente:

Las caléndulas se pueden trasplantar una vez que alcanzan los 10 cm de altura, lo que normalmente ocurre al mes y medio de la siembra.

Joven caléndula en maceta

Cuando se consigue una pequeña planta que viene en una maceta de reducido tamaño, generalmente medirá más de 10 cm de altura, y hasta este posible que ya tenga algunas flores.

En este caso, el trasplante ha de hacerse cuanto antes ―siempre que el tiempo lo permita―, tanto si se va a pasar a una maceta más grande como si se desea plantar en el suelo.

Procedimiento de trasplante

Lo cierto es que es muy similar al trasplante del geranio, así como de otras plantas similares, resistentes, rústicas.

Como explicamos ya cuando hablamos sobre la caléndula en la huerta, esta planta debe plantarse en un lugar muy soleado y en un suelo o sustrato que no se encharque.

Trasplante a maceta más grande

Si va a crecer en una maceta, habrá que emplear un sustrato que drene muy bien el exceso de agua y que sea rico en fósforo. Este nutriente es esencial para una floración abundante, con flores grandes y coloridas.

Un sustrato para flores es ideal para la caléndula. La diferencia con uno universal es muy grande en cuanto a belleza de la planta.

En cuanto al tamaño de la maceta, tiene que ser bastante grande, no solo porque así la planta necesitará un riego y abonado menos frecuente, sino porque una maceta demasiado pequeña no será capaz de sostener el peso de la caléndula adulta. A poco que haga un poco de viento, la maceta se volcará. Menos de 5 litros de capacidad no es conveniente.

Como ya se ha dicho, el trasplante en sí es el mismo que con cualquier otra planta, así que no merece la pena explicarlo aquí.

Trasplante al suelo

En este caso lo más importante es que, como ya sabemos, se elija un lugar en el que no se produzcan encharcamientos de la tierra.

En climas muy lluviosos, mejor una zona del terreno un poco elevada. En climas secos se puede trasplantar en zonas planas o incluso en depresiones, siempre que el suelo no esté encharcado.

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Por lo demás, el trasplante al suelo es el mismo que con cualquier otra flor o incluso hortaliza, es decir, hacer un hoyo un poco más grande que el cepellón de la caléndula, poner la planta en el agujero y tapar con tierra.

Si la tierra no es suficientemente fértil, se puede mezclar un poco de abono orgánico con la tierra extraída al cavar el hoyo, y luego usar esta para añadir alrededor del cepellón.

Como siempre, debe quedar la parte baja del tallo a la altura del suelo, ni máis hundida ni más levantada.

Marco de plantación

Cuando se vayan a plantar más de una caléndula en una misma hilera, conviene dejar un espacio de unos 30 cm entre plantas. Lo mismo respecto de otras plantas u objetos que pudiera haber cerca.

Si se planta más de una hilera, entonces conviene dejar unos 50 cm entre filas.

Y para terminar, tanto en un trasplante como en el otro, hay que terminar con un riego abundante que asiente la tierra y expulse el exceso de aire que haya podido quedar en los poros del suelo o sustrato.