Tipos de bancales para huertos y huertos urbanos
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Voy a comenzar este artículo explicándote por qué yo no utilizo bancales, pero eso no quiere decir que para ti no sean una buena opción. Cada caso es diferente. Por cierto, si tienes huerto urbano, puedes bajar hasta dónde hablo de los bancales para estos.
En mi caso, tengo un huerto grande en el que puedo sembrar y plantar de casi todo. El suelo es muy bueno, llano, y el riego es necesario solo de vez en cuando en verano.
¿Me vendría bien colocar bancales? Pues te diré que ya los tuve y terminé por quitarlos de nuevo. La razón: los abundantes roedores que hay en la zona y que, al no labrar el terreno, vivían a sus anchas debajo de los bancales. Se comían todo lo que plantaba, y lo que no se comían, lo estropeaban con sus galerías.
Podía haber optado por montar bancales separados del suelo, con patas o simplemente colocarlos encima de ladrillos, pero eso era un trabajo inmenso y muy caro para un huerto grande. No era viable, desde luego.
Creo que por todo esto que te acabo de contar, estoy en buen lugar para asesorarte sobre si te conviene instalar bancales y de qué tipo, según sea tu huerto y tus necesidades. Todo esto te lo iré contando dentro de cada tipo de bancal, para hacerlo más ameno.
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Leer másBancales para huertos en el suelo
Como no sé qué tipo de huerto es el tuyo, te hablo de ambos. Empiezo por esto porque mi huerto y los de muchas personas en todo el mundo son de este tipo. Ya te adelanto que mis bancales eran de losas de hormigón. Más abajo te dejo una foto.
De madera
Son la opción más natural y estética. Quedan muy bonitos, integrados y si la madera procede de bosques de gestión sostenible, tienen poco impacto ambiental.
Además son fáciles de instalar y robustos, aunque no muy duraderos si no se trata la madera contra hongos y xilófagos. En climas húmedos los desaconsejo totalmente a menos que sean barnizados con un producto protector.
En tu caso, si vives en una zona seca dónde no llueve con frecuencia, y tienes acceso a madera barata y sostenible, considera este tipo de bancal. Si tu huerto es parte de tu jardín, con más motivo porque quedarán genial.
De cerámica
Esta es la opción fácil pero te diré porque no me gustan. Los rasillones, o ladrillos de grandes dimensiones, que se utilizan para montar estos bancales, son muy frágiles. Al mínimo golpe con la azada se rompen.
Por otro lado, se fijan con varillas de hierro clavadas en el suelo, pero como la tierra cede, las varillas acaban inclinándose y los ladrillos también. Después de un tiempo parece que hubiera pasado un tsunami por allí.
Otro inconveniente que les veo es que son poco altos, y eso impide que se pueda enterrar la parte baja de los rasillones para darles más estabilidad.
Por si esto fuera poco, en los agujeros que poseen se meten temibles plagas de los cultivos. Me refiero a los caracoles y babosas, que de noche salen a comerse tus verduras. Tienen tantos agujeros que en un sol bancal mediano pueden esconderse cientos de estos animales.
De hormigón
De este tipo eran los míos (la foto es de mi huerto). Ya sea con bloques o con planchas, al igual que los cerámicos, tienen el inconveniente de que también se mueven. En el caso de las losas, si son altas, se pueden enterrar bastante para evitarlo. Esto es lo que hice yo.
Son muy duraderos y resistentes, pero complicados de construir por el peso de las piezas. Tampoco te los recomiendo salvo que sea para montar bancales que nunca más se van a mover.
De metal
Pueden ser de hierro galvanizado o de acero inoxidable, pero para huertos en el suelo no salen muy rentables, a menos que se puedan conseguir estos materiales a buen precio.
En zonas húmedas el hierro galvanizado en contacto con la tierra puede durar algunos años, pero acaba corroyéndose. El acero inoxidable dura un poco más, pero también es más caro.
Igual que los de cerámica y los de hormigón, no te los recomiendo salvo que puedas conseguir el metal regalado o más barato que la madera.
Bancales para huertos urbanos
Como te dije más arriba, si tienes un huerto convencional de cierta extensión, por ejemplo 150 m2, mejor que cultives directamente en la tierra. Si quieres delimitar zonas de cultivo, pon troncos o piedras y listo.
Ahora bien, en el caso de los huertos urbanos o caseros, o pequeños huertos integrados como parte del jardín, los bancales son una opción excelente. Si no tienes más espacio que un pequeño balcón, entonces te recomiendo que leas este otro artículo sobre como elegir una mesa de cultivo, porque te irá mejor que un bancal.
Si te gusta los acabados naturales, la madera es tu material ideal para el bancal. Algunos están forrados por dentro con tela geotextil para que la tierra no esté en contacto con la madera y dure mucho más tiempo. En otros tendrás que hacerlo tú.
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En el caso del metal, además de acero galvanizado, puedes optar por los de acero corten (aspecto oxidado), mucho más rústicos.
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Y bueno, para terminar, tengo que hablarte también de los de plástico. Son más ligeros y los hay con diferentes diseños, pero es importante que sean resistentes a la acción del sol para que no se deterioren rápidamente.
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Como ves, aquí no te recomiendo ninguno en particular porque todos hacen su función perfectamente y solo tienes que elegir el que mejor se ajuste a tu espacio, a tus gustos y a tus posibilidades. Personalmente me gustan los de aspecto rústico, y además no se manchan tanto.