Cómo elegir mesa de cultivo para huerto urbano
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A la hora de comenzar con un huerto urbano, o quizás cuando ya se empezó hace tiempo pero se desea dar un salto de calidad, cantidad y, especialmente, comodidad a la hora de cuidar las plantas, las mesas de cultivo son la mejor opción.
A grandes rasgos, permiten dejar de lado las macetas, que dan mucho más trabajo y que no son lo ideal para el crecimiento y producción de muchas hortalizas. Esto de por sí ya es un gran avance, pero es que además, al estar elevadas del suelo, permiten un trabajo más cómodo y agradable, que como en toda afición, al final de lo que se trata es de disfrutar.
Hasta aquí todo está claro, pero si fuera tan fácil elegir la mesa de cultivo más adecuada para cada caso, no tendría sentido un artículo como este, así que a continuación explicamos que hay que tener en cuenta a la hora de elegir la mesa de cultivo ideal para cada huerto urbano, que ya es sabido que no hay dos iguales.
Espacio disponible
Esto es sin duda lo más importante de todo. El tamaño de la mesa tendrá que ser acorde al espacio disponible para ella en el huerto urbano, y además tiene que quedar un paso cómodo alrededor de ella, o al menos por tres de sus lados, en caso de que se arrime a una pared, balcón o a otra estructura.
Hay que considerar también que las plantas adultas quizás se desborden por fuera de la mesa, lo que dificultaría mucho el paso si la mesa de cultivo es demasiado grande para el lugar y queda muy cerca de otros objetos.
Para espacios amplios es mejor comprar mesas de cultivo de gran tamaño, pero tampoco demasiado para que luego no sean imposibles de mover entre dos personas. Llenas de tierra mojada pesan más de lo que pueda parecer.
Siguiendo con lo anterior, una opción muy interesante cuando se va a tener que mover la mesa con frecuencia, son las mesas con ruedas. Con solo empujarlas se pueden mover con facilidad, siempre que el suelo sea liso y firme.
En cambio, para espacios reducidos, las mesas de varios pisos o en escalera, suelen aprovechar mejor en suelo. Otras veces, para espacios estrechos y alargados, será mejor una mesa con esa misma forma
Plantas que se desea cultivar
En principio se podría cultivar cualquier planta en cualquier mesa de cultivo, pero en la práctica esto no es posible.
Si la mesa tiene una buena profundidad de contenedor, por ejemplo 35 cm, se podrá cultivar en ella cualquier hortaliza, incluso las de raíz profunda, como la zanahoria.
Además de la profundidad, la mesa puede estar o no compartimentada. Si está dividida en porciones más pequeñas, esto será ideal para el cultivo de pequeñas plantas aromáticas, condimentarias (albahaca, orégano, perejil, cilantro, etc.), hortalizas de hoja y raíz (rabanitos, canónigos, rúcula, lechuga, escarola, espinaca, cebollino, etc.), especialmente si se cultivan en formato baby leaf. En cada compartimento se sembraría o plantaría un tipo de planta, siendo así todo mucho más fácil y ordenado.
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Cuidados del huerto
Elegir una u otra mesa puede supone una gran diferencia a la hora de cuidar el huerto, sobre todo el lo relacionado con los riegos (frecuencia de riego), en el caso de que no se haga de forma automática.
Aunque también la calidad del sustrato tiene mucho que ver en esto, lo cierto es que cuanto más grande y profunda sea la mesa de cultivo (el espacio para la tierra), será necesario regar con menos frecuencia porque la cantidad de sustrato expuesto a la atmósfera en relación con el total, será más baja. Sin embargo, en mesas poco profundas, como la de la foto adjunta, todo el sustrato esta a escasos centímetros del aire, por lo que se secará muy rápidamente, obligando a regar muy a menudo.
Además de la incomodidad de estar regando con mucha frecuencia, las plantas sufrirán más estrés por cambios de humedad en las mesas poco profundas. Por otro lado, toda esa agua perdida por evaporación y no aprovechada por las plantas, estará siendo derrochada.
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Material y estética
Para terminar, y porque en realidad es lo menos importante para las plantas, hay mesas para el cultivo construidas a partir de diferentes materiales, y con diseños y colores diversos.
La gran mayoría son de madera en acabado natural, pero también las hay de metal o de plástico, estas últimas menos rústicas pero a veces más prácticas y duraderas, sobre todo si están muy expuestas a lluvias frecuentes y prolongadas.
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