Abonos o fertilizantes caseros ricos en nitrógeno
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La agricultura es una actividad crucial para la supervivencia humana, ya que proporciona alimentos y materias primas para la industria. Sin embargo, la producción agrícola puede ser un proceso costoso, especialmente cuando se trata de la compra de fertilizantes comerciales.
Por otro lado, el abonado exclusivo y continuado mediante fertilizantes de fórmula o comerciales, va reduciendo los niveles de materia orgánica del suelo, un componente esencial en la conservación de estos y en su aptitud para el cultivo.
Afortunadamente, existen alternativas a los fertilizantes comerciales, y es aquí donde entran en juego los abonos o fertilizantes caseros.
En este artículo, se hablará de los abonos o fertilizantes caseros ricos en nitrógeno, explicando por qué el nitrógeno es importante para las plantas y cómo se pueden conseguir o hacer estos fertilizantes caseros en casa.
¿Por qué es importante el nitrógeno para las plantas?
El nitrógeno es uno de los elementos más importantes para el crecimiento de las plantas. Es un componente esencial de los aminoácidos, que son los bloques de construcción de las proteínas. Las proteínas son esenciales para el crecimiento y la división celular, la fotosíntesis y la producción de clorofila.
Cuando sufre una carencia de nitrógeno, su crecimiento se ralentiza y sus hojas suelen volverse amarillas, lo que se conoce como clorosis. Por otro lado, cuando las plantas absorben nitrógeno en exceso, su crecimiento se acelera, formando muchas hojas y tallos nuevos, que irán tomando un color verde intenso y que son muy tiernos, lo que aumenta el riesgo de daños debidos a plagas, enfermedades o fenómenos atmosféricos como el viento.
Además de lo anterior, si se fertiliza con demasiado nitrógeno, los cultivos crecen rápido pero también las malezas o malas hierbas, y normalmente lo hacen a mayor velocidad que estos, ahogándolos.
En resumen, es importante que las plantas reciban la cantidad necesaria de nitrógeno para que puedan crecer y desarrollarse correctamente, pero cualquier exceso puede ser perjudicial.
Fertilizantes caseros ricos en nitrógeno
A continuación se enumeran una lista de abonos caseros que contienen cantidades interesantes de nitrógeno y que además son fáciles de conseguir o preparar.
Estiércol
El estiércol es un excelente fertilizante casero rico en nitrógeno. Quizás el más antiguo de todos los abonos, y tan bueno que incluso hoy en día es muy valorado por los agricultores.
Suele proceder de animales de granja, y normalmente está formado por una mezcla de excrementos de animales con restos de comida y de material utilizado como cama (paja, aserrín, etc). El de vaca, cabra, oveja, conejo y gallina son los más comunes y pueden obtenerse en granjas o en algunas tiendas de jardinería.
Antes de utilizarlo conviene que haya tenido tiempo de compostarse o descomponerse, ya que de lo contrario puede resultar demasiado agresivo para las raíces y producir quemaduras o toxicidad en las plantas.
Se puede utilizar directamente mezclándolo con la tierra a abonar o bien preparar purín de estiércol, mezclando una parte de estiércol fresco con tres partes de agua. Luego, se debe dejar reposar la mezcla durante unos días, removiendo ocasionalmente, hasta que se haya descompuesto por completo. Una vez que esté listo, se puede aplicar al suelo alrededor de las plantas o mezclar con el suelo antes de sembrar.
Es importante tener en cuenta que el estiércol fresco puede contener patógenos que pueden ser perjudiciales para la salud humana, por eso es mejor dejar que se descomponga antes de manipularlo.
Compost
El compost es otro excelente abono casero rico en nitrógeno. Se produce a partir de materiales orgánicos como restos de comida, hojas y ramas, que se descomponen para formar un abono rico en nutrientes y especialmente en materia orgánica.
Para hacer compost, se deben mezclar los materiales orgánicos en un contenedor o pila y dejarlos descomponerse durante varios meses. Durante este tiempo, es importante mantener el compost húmedo y mezclarlo regularmente para asegurar una descomposición uniforme.
Una vez que esté listo, se puede mezclar con el suelo antes de sembrar o aplicar alrededor de las plantas.
Té de compost
El té de compost es una forma concentrada de nutrientes que se puede utilizar para regar las plantas.
Para hacer té de compost, hay que colocar una bolsa de red fina con compost en su interior e introducirla en un recipiente con agua durante 24 horas. Luego, se retira la bolsa de compost y se puede aplicar el líquido al suelo alrededor de las plantas. Esto es especialmente útil para abonar plantas en maceta cuando no se pueden trasplantar.
El té de compost es rico en nutrientes y es especialmente útil para las plantas que necesitan un impulso de crecimiento rápido.
Habas, alubias y otras leguminosas comestibles
Las leguminosas, como los judías, los guisantes, los garbanzos, las lentejas o las habas, son excelentes fertilizantes ricos en nitrógeno. Estás plantas tienen la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico en el suelo, lo que significa que pueden enriquecer el suelo en el que están plantadas con nitrógeno, gratis y de forma totalmente natural.
Para utilizar las leguminosas como fertilizante, hay que sembrarlas en el suelo antes de la temporada de crecimiento del cultivo principal. Después de que las plantas hayan crecido y una vez que se hayan formado las vainas, se deben cortar las plantas y enterrarlas en el suelo. También se pueden cortar antes de que florezcan, si no se puede esperar más.
Este sistema es lo que se conoce como abono verde, y es una fuente natural y sostenible de nitrógeno para las plantas.
Alfalfa
Esta es otra leguminosa como las anteriores, pero que suele cultivarse como forraje para el ganado. La alfalfa es una planta perenne que puede crecer hasta un metro de altura y es rica en nitrógeno y otros nutrientes.
Para utilizar la alfalfa como abono casero, se debe cortar la planta cuando esté en flor y dejarla secar al sol durante varios días. Luego se trocea y se mezcla con el suelo antes de sembrar. También se puede aplicar alrededor de las plantas.
Otra forma de emplearla es enterrando la planta en verde cuanto esté bien crecida, y también se puede preparar un purín dejándola en remojo para que se descomponga.
Consejos a de aplicación
Es importante tener en cuenta que cada uno de estos fertilizantes caseros tiene diferentes métodos de preparación y aplicación, y según cómo se realicen, los resultados podrán ser unos u otros.
Por otro lado, la cantidad de fertilizante que se debe aplicar puede variar según el tipo de planta y el tipo de suelo. Si el suelo ya es muy fértil o tienen un exceso de nitrógeno, añadir más no aportará ningún beneficio extra y sí puede traer perjuicios para el cultivo.
Dado que el nitrógeno es uno de los nutrientes que más rápido se pierde por volatilización a la atmósfera, conviene aplicarlo cuando las plantas lo pueden absorber. Si se añade mucho antes, es posible que gran parte se haya perdido antes de que el cultivo lo pueda aprovechar.
José A. AmigoSoy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.