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Cuándo sembrar guisantes

En función de sus exigencias y preferencias, y teniendo el cuenta diversos climas con inviernos duros o suaves, o épocas de lluvias y épocas secas
Publicado: (última modificación 27 Nov 2018) Por Foto del autor Sígueme

Las fechas de siembra de este grano están muy ligadas al clima, pero esto complica bastante las cosas porque incluso dentro en España se dan climas bastante diferentes.

Guisantes sembrados

Por ejemplo entre el norte (Galicia, Asturias, Cantabria, etc) y el sur (Andalucía, Murcia, Valencia, etc), o entre las zonas de costa y el interior.

Por esto, se van a dar primero unas pautas generales sobre las condiciones que requiere el cultivo del guisante.

De esta forma, cada cual podrá determinar la fecha de siembra que mejor se ajuste al clima de su región o localidad.

Requerimientos climáticos del guisante

Para empezar, hay que recordar que al guisante le gustan las temperaturas frescas. Los días soleados y calurosos acortan mucho el periodo de producción y las plantas pronto comienzan a venirse abajo.

Resiste bien el frío y las heladas cuando las plantas son jóvenes, pero no una vez que están presentes las flores o las vainas tiernas.

En cuanto a la disponibilidad de agua, es crítica durante la formación y llenado de las vainas, periodo en el cuál no puede faltar en el suelo.

Teniendo en cuenta estas sencillas exigencias, habrá que sembrarlo una vez que las temperaturas veraniegas se refresquen, pero evitando al mismo tiempo que la floración y la formación de las vainas coincida con de heladas intensas.

Una vez explicadas las condiciones que prefiere el guisante, ahora toca hablar de las debilidades de esta planta con relación al clima.

En zonas con vientos de moderados a fuertes, aunque no sean muy frecuentes, deben tenerse en cuenta a la hora de planificar el mejor momento para la siembra del guisante.

Una vez que las plantas alcanzan unos 15 cm, los vientos intensos ―especialmente si son racheados―, las zarandean de un lado a otro, produciendo magulladuras en la parte baja del tallo e incluso llegando a romperlo por completo.

Aunque el viento no llegue a romper los tallos, los deja tan dañados que muchas plantas perecen y las demás tienen serias dificultades para continuar desarrollándose de forma normal.

Para evitar estos daños, se pueden hacer varias cosas:

✦ Sembrarlos en una época tal que los vientos fuertes coincidan con las plantas muy pequeñas o adultas (ya se habrán sujetado con sus zarcillos)

✦ Realizar una siembra muy densa, de forma que las plantas se protejan unas a otras, o bien sembrarlos entre otros vegetales que les sirvan de soporte y defensa de los vientos

✦ Colocar una malla o red horizontal (ver en Amazon) a unos 20 cm del suelo, suspendida en el aire y sujetada en varillas o palos, de forma que los guisantes se cuelen por los agujeros de la red y se agarren a ella con los zarcillos.

El problema de las lluvias es muy importante tras la siembra de los guisantes y antes de que estos germinen.

Lo que ocurre es que si tras la siembra llueve mucho o durante mucho tiempo, la tierra se humedecerá demasiado, y esto es fatal. Muchas semillas se pudren antes o durante la germinación, lo que se traduce en muchas faltas o marras, es decir, solo algunos de los guisantes sembrados emergen del suelo. Si esto ocurre, la única solución es volver a sembrarlos.

Sabido esto, la siembra ha de hacerse cuando se espere buen tiempo, y cuando la temperatura del suelo sea suficientemente alta como para que la germinación no se demore demasiado. Cuanto más tarde más probable es que se den lluvias intensas o prolongadas.

Fechas de siembra según el tipo de clima

A continuación se dan las fechas aproximadas de siembra para cada tres grandes grupos de climas, según sean sus épocas cálidas y frías.


Climas con inviernos fríos y largos

En regiones de clima frío, con heladas tardías, incluso bien entrada la primavera, habrá que sembrarlos a finales del invierno o incluso a principios de la primavera, para que cuando alcancen la floración ya no haya riesgo de heladas.

Se podrían sembrar a finales del verano, pero siempre que se protegieran con plástico de invernadero o cristal.


Climas con inviernos suaves o cortos

En este tipo de climas se pueden sembrar en dos momentos: a finales del verano o en la segunda mitad del invierno.

Si el viento fuerte no es un problema en la zona, es mejor sembrarlos a finales del verano. La cosecha suele ser más abundante en las siembras tempranas que en las tardías. Además, si se siembran antes de que el suelo se enfríe demasiado, la germinación será mucho más rápida, y se evitarán problemas de pudriciones, algo muy frecuente cuando se siembran leguminosas como el guisante.

En cambio, si en otoño hace mucho viento, es mejor sembrarlos en la segunda mitad del invierno, para evitar que las pequeñas plantas sean dañadas. En el hemisferio norte, un buen mes para sembrarlos es febrero.

En nuestro huerto de Galicia gozamos de este tipo de clima, pero como los vientos pueden ser bastante fuertes, realizamos la siembra a mediados o finales del invierno.


En climas tropicales y ecuatoriales

Suelen ser cálidos durante buena parte del año por lo que habrá que sembrar los guisantes en el momento que se prevea que las temperaturas serán más bajas, de lo contrario la producción no será muy buena.

La época más fresca en estos climas suele coincidir con la estación de lluvias, pero esto supone un problema: los guisantes no germinan bien si el suelo se encharca por las lluvias, como ya se dijo más arriba. Para evitarlo, es importante realizar la siembra justo antes de que empiece la temporada de lluvias, o bien cuando se prevea al menos una semana sin precipitaciones o siendo muy escasas, y siempre que el suelo no esté encharcado.

Autor José A. Amigo

Soy ambientólogo, especialista en Gestión de la Calidad y del Medio Ambiente, autodidacta y embarcado desde hace casi dos décadas en el mundo web, amante de la naturaleza y de la vida saludable. Tengo un gran huerto familiar ecológico.